Televisión sin señal


Televisión sin señal
Por: Ibeth Hache.
 
Televisión sin señal
silencio mortal
de esas amarguras
está hecha mi vida
simulacro de huida
mentiras seguras.

Zapatos sucios
cabello rucio
ciprés sin sombra
algo como el alma
amanecer sin alba
que poco asombra.

Tratado de desarme
cañón sin carne
calor de guerra
como la conciencia
de falsa ciencia
aquí en la tierra.

Televisión sin señal
aurora boreal
de esos brillos
está hecha mi sombra
corazón sin forma
razón sin tornillos.

Terreno abismal
desdoblamiento astral
de mi vida etapa virtual
como si fuese irreal
este silencio de geometría fractal
de mi televisión sin señal.

Hundida en tus sueños


Hundida en tus sueños
Por: Osvaldo



Enfurecida y mansa,
descansa la madrugada sobre mí.
Restos de tí,
que aún disfruto.
Sabor a licor ungido en mi piel,
y ese aroma enloquecido,
que yace plácido en mi cama.

El portal sigue abierto...
y aún estás ahí,
dormida...
abrazada a tus sueños.

Galopes de latidos en tu corazón
puedo sentir.
Esbozos de sonrisas,
reposados en tus labios.
Flagrantes tus poros,
todavía respiran el cansancio.

El placer de verte mecida,
navegando en tu silencio,
inspira la tinta roja de mis versos.

Esa presencia ausente,
me deriva,
me lleva a conocerte,
a querer saber más de tí.

Pero te quiero ahí...
hundida en tus sueños.
Para seguir sintiendo,
que estás dentro de mí.

Tu andar y tus pasos


Tu andar y tus pasos
Por: Rob Cruzzó S.

Tu andar, tus pasos, tu mirada, tu sonrisa,
tus botas o tus zapatillas carmesí con pequeños puntos blancos,
tus ojos azabache, tu cabello lacio con ese prendedor de mariposa,
tus caderas, ese acento francés tuyo asesino, tu timbre dulce,
tus pómulos inflamados, tus ademanes,
tus ideas, tus pensamientos, tus secretos,
lo que dices pero más lo que ocultas,
tu manera sutil para tomar agua,
tu decencia tus angustias, tu manera de bailar,
la forma sensual de tus labios al pronunciar la “M”,
tu algarabía, tu ego, tus sensibles oídos,
el barniz rojo de tus uñas,
el terreno inestable (pero exquisito) de tus piernas,

esa cruz garigoleada que llevas en el pecho
el nacimiento de tus senos;
tus lunares gotas de vino,
esos anillos que llevas en la manos.
tus blusas negras, escarlatas, verdes;
su textura lisa, floreada o de suave gamuza.
Tu gusto por el teatro, por la literatura inglesa,
el éxtasis que me provocas al saberte mujer,
tu espacio, tus desánimos, tus lágrimas,
tu indiferencia, tus besos que por el momento no son míos,
tu vuelo transversal cada anochecer: Tu libertad…
En resumidas cuentas me gusta quien eres
y me encanta encontrarte en el mismo interminable pasillo cada mañana.
¿Mencioné que me gusta tu andar y tus pasos?

Te resucito

Te resucito
Por: Canelita


Te resucito de las cenizas,
de los recuerdos que me dejaste,
tan intangibles, tan pocos (aunque sean muchos),
tan insuficientes, tan plasmados en mí.

Te resucito por las mañanas,
al lado mío, desnudo como has nacido,
te resucito, lentamente, despacito.

Y sigo…

Te resucito en cada suspiro,
en cada rayito de sol que se cuela hasta mi sangre.
Te resucito con ganas de tenerte,
de sentirte, de olerte, de envolverte en mi carne.

Te resucito, te desentierro,
te desempolvo.

Te pongo frente a mí
y puedo sentir el calor que emanas,
te palpo sin tocarte, despacito,
suavecito, aletargando los segundos.

Atardeciendo, anocheciendo, amaneciendo,
te resucito, con tu boca carnosa,
con tus manos morenas, con tus ojos oscuros
y tu cuerpo erguido, te resucito.

Te saco de entre las estrellas,
de entre toda esta arena,
de entre mis dedos y letras.

Te inicio a veces con una, con ganas de cambiarte,
te saco de la D, de la J, de la E.
Te termino como el amor, con la R
R de resurrección, te resucito.

Y luego te veo calladito,
con el brillo en tu mirada, tan real,
te posas sobre mi cuerpo,
entre mis brazos, te fundes en mis labios.

Te resucito de las gotas de agua,
del pastel que preparo, de los paisajes que recorro,
de los boletos del metro, de las noches de insomnio,
de los besos que te guardo.

Te resucito día y noche,
sin quererlo, sin pensarlo,
y a veces en momentos planeados.

Te resucito de los números,
de los cafés, del té,
del tequila, del vodka y el brandy.

Sin importar cuántas veces ahogue,
asfixie, arroje y entierre tu recuerdo,
te resucito.
Siempre te resucito en mis brazos.

Aimée noire

Aimée noire
Por: Citlalminatzin

A mí no me engañas
Divina noche
Tú fuiste quemada
Por las llamas del amor
Que desde dentro te consumen


¡Tú no me engañas mulata!
A estas llamas les debo
El hermoso color de tu piel.


Yo te miro y me dan ganas
Mulata
De quemarme contigo
También.


Yo quiero conocer el secreto
Que escondes
Como murmullo inquieto
Debajo de esos ojitos
Con olor a canela
Y sabor a café
Derrama un poco de ese agridulce
Sobre mi osamenta seca
Y haz que vengan
De tu colmena las abejas.
Yo quiero ser su panal.


Mulata
¡Oh! Piel de noche
¡Oh! Color de agonía
¡Oh! Sonidos sin nombre
dime que te casas conmigo
dime que me entregas completos
los pétalos que cargas
bajo la barbilla


yo quiero hacer azucar
con tu cuerpo de caña
mulata no te niegues
que hoy
en mis labios
es temporada de zafra


mulata
amapola
te me haces vicio
y pa’ consumirte
no más no me alcanza

no seas mala mulata
nomás recuéstate tantito
ven a mi regazo
y consumámonos
con las llamas de tu fuego.

Negro de Pantera

Negro de Pantera
Por: Nycher
Lejanos templos de otros días,
rituales sagrados,
esencia de magia pura,
elevación del ser,
olor de copal,
el místico camino del río,
presencia de equilibrio.

Afino mi olfato,
te huelo,
te siento; estás muy cerca.
Quiero recuperar mi forma
de respirar,
y nunca olvidar,
el instinto que me trae a ti.

Ahora todos quieren ser parte
de la mutación.
ahora todos dicen
saber de paz espiritual
pero nadie te conoce.
Y la iguana me cuenta
que no cuida de su espíritu.
-¡ Cuidado amigo... ¡-
-Respira- le digo.

Negro de Pantera...
es un Jaguar melanico,
y me mira,
me observa,
me acecha y me atrapa.
¿Reconocieras mi aliento
aun después de esta vida?

Porque no quiero ser parte
de la tibieza de este valle
porque no quiero regresar
de donde me oíste aullar.

Ahora entiendo más
y esperaré por ti,
la receta que cure mi pueblo.
Mientras tanto regresare,
caminaré en la montaña
y cuidaré de la manada.

La vida y su punto final


La vida y su punto final
Por: Rob Cruzzó S.

La fábula sin moraleja
El rey sin  don de mando
La carta sin  historia
El héroe y su anonimato

La víspera de días buenos,
Las naciones “unidas”,
Los jóvenes van a huelga,
Hay vírgenes arrepentidas.

Víctimas frágiles, porcelana,
Los políticos y su dinero,
Las manchas de sangre en la camisa
La inválida justicia y sus precios.

La mítica figura de jade,
la obsidiana no tallada.
el amor y sus tiempos de cólera
mi patria desvencijada.

El amante pidiendo besos
El náufrago husmeando al mar
Los padres esperando el  regreso
de sus sueños de pubertad.

La sonrisa de la Gioconda,
Los bárbaros bigotes de Dalí
La utopía y los sueños de Silvio
La bella arquitectura marroquí

Los hijos que siempre he anhelado
La vida como estación de paso
Las junglas de asfalto roídas
Por dioses violentos y escasos.

El final como principio
el principio como ademán
Los vicios que ahora me llenan
mi estrofa y su punto final.
 

A la orilla del mar escribo otro poema



A la orilla del mar escribo otro poema
Por: Francisco Pinzon Bedoya

Escribo un poema de color marrón
tal vez zapote y no sé si níspero

y quizá con el sabor del mamón

...
Este trópico y sus olores de explosión

con sus colores diversos y en alboroto

ponen pinceles a mis manos

mientras tiendo mis redes plenas

hacia esos azules de encanto y espuma

El poema que escribo soy yo

hundido en una delicia de estar otra vez tomando a sorbos gratos

unas vacaciones de madre y de mar

de músicas y contrastes

y de este impensable tiempo

en que dormito... hamacándome

El poema lo escribe ese otro yo

que soy cuando la brisa me atrapa

y me deja ese espacio... en que me plazco

me elevo/me abandono

Los renglones se aparecen en secuencia

y mis dedos los arropan con ternura

... una que se da porque el cuerpo todo

descansa y se arracima en este calor

más un sudor que canta las gracias

de estar vivo otro año más viendo a mi mamá

Escribo este poema en color de tamarindo

de plátano frito y de ese olor a guineo

que tiene esta hora / esta playa de algarabías

y esta terraza en que me encuentro

Escribo y escribo y algo deja pero no quita

esta música de letras... que atesoro por dentro

... sólo sé que escribo y canto y grito

no me importa si desde el silencio

o desde esta paleta de mar

y estos sabores de familia

que ganan mis ojos y mi cuerpo.

Frío invierno



Frío invierno
Por: Osvaldo

Se desnuda ante mí el invierno,

para hacerse más frío aún.
Se pega a mi carne...
se aferra a mis huesos.
Intangible aire,
que empaña el alma.
Frenético hastío que lacera entrañas.

Huelo la ausencia de ese existir...,
percibo la esencia de la soledad,
en este furibundo averno en el que habito.

Enmascarados tus recuerdos me sobrevuelan,
me hostigan...,
me persiguen...,
parecen escarchas que piso descalzo.

Marcada impaciencia
que no se declina.
Supuran tus besos por tantas heridas.

Bálsamo que no tengo...,
desprotegido estoy de cualquier lamento,
desvalido es mi cuerpo,
en  tu sufrimiento.

Mutilado ha quedado mi corazón,
que sufre en silencio.
Herida está la carne...,
sangrantes mis labios de tanto desierto.

Amarrado a tí,
te has llevado el viento.
Enclaustrado en mí,
el amor que te tengo.

Es frío ese fuego que ya no calienta.
Tan frío el invierno...,
me hiela tu ausencia.

Un astro azul para mí


Un astro azul para mí
Por:
Qyмεяa

De azur ilumina

sin horizonte.
Mis arenas y olas
tiñe de aguamarina.

Cálida penumbra
que arropa la humedad.
El prisma de tu iris
me atavía de surreal.

Resplandecientes tus pasos
amaneceres las sonrisas.
De marino para las noches
de gloria para los días.

Sutilmente destellas
dentro de esta oscura deidad.
Tu voz fulgurante
me cincela en una escultura de cristal.

Letras

Letras
Por: Canelita


Benditas letras infames, inefables.
Tan conocidas por todos,
tan desconocidas las mías,
qué ironía. Benditas letras malditas.

Crean palabras, monosílabas, complejas,
agudas, graves, esdrújulas, compuestas.
Sueñan textos inmensos, profundos,
sueñan demasiado las muy egoístas.

Danzan al compás de la pluma entintada.
A veces se plasman, me calan, se graban…
En estelas con signos cuneiformes,
como garabatos que juegan en mis libretas.

Me cantan, me arrullan e hipnotizan.
Liberan sentimientos ocultos, escondidos.
Razonan en los textos de la ilustración
y se pierden en las incoherencias del dadaísmo.

Benditas letras de mis suspiros,
se arrancan de mis dedos,
sin pensarlo, sin sentirlo ni pedirlo.

Malditas letras de mis insomnios.
Me las arranco del corazón,
a la fuerza, con un traspié, a zancadillas.

Me sacan lágrimas, gritos, sonrisas.
Son parte de mi alma, de mi sangre, de mi carne.
Letras, tan conocidas, tan desconocidas las mías.

Campo minado

Campo minado
Por: Ibeth Hache


Mi territorio
    mi campo de batallas
con barricadas de olvidos
y muros nostálgicos
    no es campo seguro

yo te miro
y a veces te toco
ya no eres
    ya no soy
eres el peligro
la inanición

mi arma
    mi objetivo
la victoria de mi combate
mi resguardo
   mi libertad
mi tratado de desarme

mi mina terrestre
    mi campo de guerra
quien gane no importa
si el objetivo es bastante
   si las distancias se acortan

yo te espero
y a veces te desespero
ya eres yo
      ya soy tú
eres la amenaza
la desgracia

mi corazón
   el alma mía
la sequedad tan reseca
de mi sentir
mi detonador
       mi cielo no azul
el campo de minas
que espera mi tacto
eres tú.
 
Imagen por: G. Troche.

De rodillas

Escrito por: J.P Casell.

Yo, debo confesar,
Le tengo miedo a las damas,
Solo por una virgen
Que terminó vestida de puta.

Aquella, de la que por respeto
Su nombre no menciono,
Destruyó mi corazón
Y me dejó aquí solo
Con estás letras que son mi calvario
Y mi cobijo
Desde que, hace tanto tiempo,
Por ella ya no lloro.

Y hoy que la miro en tus ojos,
En tus manos tersas
En las seis letras de tu nombre
Que le resta una al de ella,
No puedo acercarme
Porque donde estás tú
Nace mi siete letras
Como serpientes sobre tu cabeza
Que me petrifican
Y me envenenan.

Y así siendo tú tan bella,
Tan palpitar en mi corazón de mendigo,
No puedo yo llevarte
A conocer mis motivos
Porque donde me vibras tú
Se me va pudriendo ella.

Por qué te tengo miedo,
Porque las migajas que me quedan
Tiemblan como cuando enteras
Conocieron a la traicionera,
Porque cuando vibran por tu cercanía
Vibran más y lloran
Nomás por miedo de volverse a enamorar
De una dama
Que abandonarles pueda.

Tengo que confesarte Andrea
Que si temo de ti no es por ella
Sino porque el día que yo te quiera
Aquella a la que tanto quise
Se me va a ir desapareciendo
Y con ella sus letras
Que tanto fracaso me dieron
Y que del fracaso
Al boulevard de la letras rotas
Y del boulevard
A saber que te escribo
Porque antes de tenerte,
Como aquella
Con otro ya te has ido.


No me estoy volviendo loco

Escrito por: Nycher

Fumo para mis uñas dejar de comer
y eso no sucede tan a menudo,
por eso no debieras preocuparte por mí,
porque deje apostar;
para no perderte a ti.

Ni de lo que me agobia
debiera culparte tu,
ni me estoy ahogando entre poetas
y no me estoy volviendo loco.

Más bien estoy necesitando de ti
tanto como las palabras necesitan
de las letras para sentido encontrar.

Y tanto como este loco
necesita de mí;
para poder existir.
Ya lo he dicho antes
si para dormir debo
dejar de escribir;
será así; quizá deje de escribir.

Aunque muera el irresponsable
que tantas veces
ha calado tu dulce corazón;
que vaga por las noches,
que inquieta a las estrellas
y que para un rostro tener
como Nycher deba firmar.

No me estoy volviendo loco yo,
sino el tipo que juega y que alardea,
que profana en mi memoria,
burla de mis sentimientos,
y juega entre mis sueños,
porque presiente cerca su final.

Y todo para explotar lo poco o mucho
que se deba explotar,
solo para poder evitar…
hacerme enloquecer.

Mi andariego personal


Mi Andariego Personal
Por: Canelita

Hombre de sueños guajiros.
De chinos caídos.
De miradas por mirar.

Recuerdos vividos contigo,
producto de mi imaginación,
momentos de ensoñación.

Carcajadas antes de dormir.
Hombre de bostezos profundos,
de palabras fijas,
de números y mentiras.

Tú que me has dejado dormida,
que me has visto despertar,
que me besas sin besar,
y me piensas sin pensar.

Guardo tus gestos,
tus andares distraídos,
mis sentimientos, por ti ya conocidos
y los versos que te he escrito.

Hombre de olor liviano,
de espíritu pesado,
de barba sin afeitar.

¿Qué has hecho con mis suspiros,
con todo lo vivido,
con las 20 mujeres más?

Cuántos caminos ya recorridos,
cuántos que yo no he visto.
Cuántos viernes de embriaguez
en brazos desconocidos.

Hombre de palabra “sabia” y sin sentido,
de anarquismo hasta contigo mismo,
de irritación y soledad.

Tú que me buscas
cuando te sientes perdido,
que me pides abrazos
 en plena oscuridad.

¿Cuántos besos has repartido?
Esos que no vienen a mi boca
porque tienen alas propias,
porque sigues sin querer amar.

Hombre que mal ha pagado,
que me ha reclamado,
que me ha ilusionado,
que me hace pensar.

Me has prometido sentar cabeza,
algún día, hoy no ofreces
nada sentimental.

Hombre de cuerpo enjuto,
que me miente a medias,
que no me quiere soltar.

Te dejo libre, flaquito,
para que regreses un día,
para que me prendas a amar.

Tú, que me espantas el alma.
Hombre de chinos caídos,
eres mi andariego personal.

26.12.2011

Canción de cuna

Canción de Cuna
Por: Citlalminatzin

Quiero arrancarle lo blanco a la

luna 
y en idilio de una noche sin fortuna
quitarle,
con los labios,
los postilos a una flor.

Como quien pierde la fuerza

y se rinde
necesito caer a tus pies,
y ponerle nombre a tus pestañas
y cambiar las siglas del amor.

Con un corazón de nube arcana

prendido del cielo quiero llover
Para amanecer sereno
Una mañana cualquiera
En el tapete de tu puerta
Y al salir el sol desaparecer.

Quiero que me bebas,

Y que me olvides
Con un fuerte dolor de cabeza después.

Quiero arranclarle lo inpoluto

 a la noche
Y volver a nacer
En el venus de tu universo
En el resplandor de tu piel.

Quiero con mis labios recitarte

un poema
Que te haga enloquecer
Y en lo taciturno de una noche eterna
Fundirme contigo
Para no separarnos después.